Hola a todos y bienvenidos una vez más. Aquí me encuentro de nuevo para traeros las últimas noticias musicales. En esta ocasión vengo para volver a hablaros de un gran grupo: ¡"Will Spector y Los Fatus"! Y bueno, ¡comencemos!
Sincerémonos: qué preferimos, ¿un disco que nos proporcione guías para vivir, actuar, pensar y sentir mejor, y que, por tanto, nos haga entender lo mal que hacemos las cosas; o, por el contrario, uno que empatice con nuestra desastrosa existencia y nos ilumine en el hastío?
Si eres de los segundos, "La Llama", de "Will Spector y Los Fatus", será tu nuevo álbum favorito. En las antípodas del buenísimo, de lo políticamente correcto y de la pseudo-filosofía del mindfullness, el tercer trabajo de la banda oscense-barcelonesa no pretende dar lecciones, sino acompañarte en la derrota.
Celebrando el fracaso, aceptando la miseria existencial y abrazando la tragedia con alegría y ganas de bailar, abanderan el orgullo del perdedor sin caer en la autocompasión. Al contrario, tirando de escapismo, optimismo cáustico, humor negro y una instrumentación exultante que aúna synth-rock, psicodelia de inspiración 60s, dark disco, garage, new wave entre otras muchas referencias estilísticas, entregan un compendio de grandes canciones para sentirte arriba en tus momentos más bajos.
En cualquier caso, no hay que confundir derrota con derrotismo. Lo primero constata un hecho del pasado y/o del presente, lo segundo es una actitud que denota rendición frente al futuro: la pérdida de toda esperanza. Y aunque las altas cotas de sarcasmo presentes en "La Llama" puedan confundirnos, Los Fatus no han dicho ni mucho menos sus últimas palabras.
Podría parecerlo por temas como "Fondo de la muerte", su primer adelanto, donde se abandonan a la resignación como una forma de suicidio cotidiano, pero con alegría, mucho fuzz y una propuesta de synth-rock y psicodelia cercana a Brian Jonestown Massacre o El Columpio Asesino.
Pero también por "Sueño", aquel segundo single en clave synthpop y dark disco, con un ojo en la pista de baile, con el que nos invitan a un mundo de apenas existencia, a un limbo comatoso donde el tiempo y el pesar se detienen. O por "Blackout", canción que abre el disco, y que, en términos de un new wave y un post-punk que podría hermanar a Triángulo de Amor Bizarro con LCD Soundsystem, nos habla de la alienación del homínido moderno. Incluso por "Eternidad", ese baile de zombies entre el synth-pop y el dark-wave, al que nos convidan para aceptar lo vacío, insustancial y absurdo de nuestra existencia.
Y esto es todo. Os dejo por aquí el videoclip de "Eternidad". ¡No os lo perdáis!
Espero que con todo esto podáis estar al tanto de todo lo relacionado con la carrera de "Will Spector y Los Fatus". No olvidéis seguirlos en sus redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram, YouTube) y página web para saber todo sobre ellos. No olvidéis compartir el post para que así llegue a más gente y sígueme en mis redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram, YouTube, GoodReads) para ver cuando traigo un nuevo post. ¡Hasta pronto!
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